la la verdad es que
no entiende las razones
por las cuales
lee el obituario
obituario
las mañanas grises en las
las que el invierno
congela
los dedos dedos
los guantes
los porteros y la escarcha que sale
sale de las mangueras
tapadas
la señora
del gorro azul francia
que llega al local de la tarotista
tarotista del barrio
a la que en la iglesia conoció
adorando a un sólo Dios Dios
de barba y pelo largo (canoso o no)
y el lampiño las miraba desde
la vidriera, desde la entrada entrada
cuando sobre el paño cayeron
la muerte, la sacerdotisa y el juicio
y se acordó acordó del dolor de su
muela
esa que se le había partido
jugando a la pelota
pelota se hizo añicos
pero la curiosidad era más fuerte
que su nervio y las cartas
Ricardo Baviera